Fuimos a un concierto de orquesta de música de las películas de la Guerra de las Galaxias anoche. Llevamos a Marcos con un su amigo y Marcos y yo fuimos disfrazados, él de Anakin Skywalker ya cuando iba camino a dejarse llevar por el lado oscura de la Fuerza, y yo del Conde Dooku.
jueves, 24 de junio de 2010
viernes, 18 de junio de 2010
El Examen de San Kumi de Marcos
El examen de Marcos para tres rayitas (san kumi) en el cincho blanco.
lunes, 7 de junio de 2010
Chile Merece Mejor
Según un amigo mío en Twitter, un tipo que finge ser embajador de Chile en Argentina declaró en el Clarín que la mayoría de los chilenos no sintieron la dictadura de Pinochet. Los chilen@s que conozco son mil veces más inteligente que este burrócrata (no es error de ortografía), y merecen mejor de sus representantes.
¿Qué sé yo de Chile? Pues, no conozco Chile, sólo chilen@s. Pero es por Chile que me enamoré de América Latina. Casi terminaba la primaria cuando Salvador Allende ganó las elecciones en Chile y cursaba la secundario cuando los cobardes militares lo asesinaron e instalaron su dictadura. Sentí el golpe de estado como un golpe a mi propio ser.
Años después, después de volverme centroamericano, una noche rastreaba las señales con mi radio de onda corta (algunos de mis lectores recordarán de las comunicaciones antes del Internet) para escuchar el contundente ¡Basta! del pueblo chileno al proyecto de más dictadura de Pinochet.
Así que siento para Chile y los chilen@s mucha solidaridad y me duele que esos vampiros de los tiempos de Pinochet sigan deciendo babosadas y peor cuando lo hacen supuestamente en el nombre del pueblo chileno.
Pero ni modo, porque la historia dirá que los verdaderos chilen@s son l@s que supieron levantarse mil veces de los reveses de la dictadura y con corazón, alma, sangre y lucha encaminaron a Chile de regreso a la democracia.
¿Qué sé yo de Chile? Pues, no conozco Chile, sólo chilen@s. Pero es por Chile que me enamoré de América Latina. Casi terminaba la primaria cuando Salvador Allende ganó las elecciones en Chile y cursaba la secundario cuando los cobardes militares lo asesinaron e instalaron su dictadura. Sentí el golpe de estado como un golpe a mi propio ser.
Años después, después de volverme centroamericano, una noche rastreaba las señales con mi radio de onda corta (algunos de mis lectores recordarán de las comunicaciones antes del Internet) para escuchar el contundente ¡Basta! del pueblo chileno al proyecto de más dictadura de Pinochet.
Así que siento para Chile y los chilen@s mucha solidaridad y me duele que esos vampiros de los tiempos de Pinochet sigan deciendo babosadas y peor cuando lo hacen supuestamente en el nombre del pueblo chileno.
Pero ni modo, porque la historia dirá que los verdaderos chilen@s son l@s que supieron levantarse mil veces de los reveses de la dictadura y con corazón, alma, sangre y lucha encaminaron a Chile de regreso a la democracia.
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